¿La caza conserva? (parte II)

(continuación)

No podemos olvidar, que la conservación no es solo algo ceñido a las zonas protegidas sino que ha de favorecerse una dispersión mediante corredores biológicos, para que así, las poblaciones no queden aisladas de forma permanente, o los Parques Nacionales se convertirán en una especie de zoos gigantescos donde si un animal escapa encuentra una autopista o un cañón de rifle.

Volviendo a Estados Unidos...

un país que según dice el artículo, nos gana por varios ‘touch down’ en conservación del Medio Ambiente, algo que a mi parecer no tiene mucho mérito teniendo en cuenta que la densidad de la población humana estadounidense equivale al 36,5% de la densidad de la población Española (34,2hab/km² en USA contra 93,5hab/km² En España) mientras que el PIB de EEUU es 12 veces mayor.

Respecto a los millones de dólares que destina la caza, a la conservación...

 perfecto, pero en lo personal, a mi me que las petroleras destinen fondos para conservar el ártico mientras perforan en Alaska y son responsables de la aceleración del cambio climático me parece de una hipocresía deleznable. Es algo así como echar ácido sulfúrico a la cara de la gente y mientras donar millones para investigación en analgésicos y cirugía plástica. Contribuyes a la salud humana, si, pero mientras tanto eres parte del problema. Y eso mismo sucede también con la caza. Algunos medios especializados en la caza como Jara y Sedal afirman que el ecologismo se ha convertido en un lobby; pero estaría bien que explicaran porque siempre se están quejando de que hay exceso de unos animales o una declive exagerada de otros. Si en teoría ellos lo gestionan todo perfectamente bien. La razón es clara, cuando de una especie hay un excedente, el número de permisos para cazar dicho animal sube. Lo cual es bueno porque hace subir los ingresos, por ende a ninguno de los partícipes le interesa que deje de haber dicho excedente, por eso animales como el corzo se reintroducen en zonas donde no hay depredadores naturales. Para que los haya y muchos, para poder decir que sigue habiendo demasiados y seguir ganando dinero los unos y seguir divirtiéndose pegando tiros los otros. Y eso, amigos, es un verdadero Lobby. Por eso los cazadores se quejan de que hay muchos lobos y jabalíes o zorros y conejos simultáneamente en un mismo territorio. Algo que es contradictorio per se, porque estas especies han evolucionado para subsistir la una con la otra y exceso de unos genera un declive de otros y viceversa, puesto que las especies no conviven en un equilibrio perfecto sino en una dinámica poblacional que depende de sus propias densidades, y ningún depredador puede crecer exponencialmente debido a que depende de un factor limitante que es la densidad de sus presas y además sufre competencia directa incluso por parte de sus congéneres. Por el contrario, los que si pueden crecer exponencialmente son las especies presa que no disponen de depredadores como factor limitante (porque se ha extinguido a su depredador o han sido introducidas en lugares donde no los hay).

Volvamos por última vez a los osos negros…

Los osos negros no sufren un exceso poblacional por casualidad. Si el factor limitante de esta especie es la disponibilidad de alimentos y estos son infinitos debido a la cantidad de basura que genera un país como Estados Unidos, y su otro factor limitante, sus competidores, no proliferan fuera de los espacios protegidos obviamente ni unos ni otros nunca van a estar en su proporciones de antaño.

Para controlar los osos negros hay que limitar sus recursos y gestionar mejor las basuras (algo que sería igualmente recomendable aunque los osos no fueran un problema) y fomentar la presencia de los superpredadores en las zonas donde son muy numerosos.

Así que si alguien le sobra el dinero y quiere invertir en conservación le aconsejo que invierta en mejores plantas de reciclado de basura y en pasos a nivel de fauna en carreteras para que los animales puedan evitar ser atropellados y en fomentar corredores biológicos naturales para que estos puedan expandirse y relacionarse con otros individuos de su especie para evitar la consanguinidad. Y ya de paso que puedan interactuar entre sí especies que han evolucionado para hacerlo pero que tristemente han quedado aisladas unas de otras. Lo contrario de lo que seguramente quería Aldo Leopold.

Jaume Martín

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